PULSO
FUNDAMENTO
DE ENFERMERÍA II
PRESENTADO
POR:
KATIUSCA
ARGEL TORRES
MARÍA
CLARA SANTIS PÉREZ
PRESENTADO
A:
MARTHA
MONROY
LUZ
DARY RIPOLL
CARMEN
TORDECILLA
UNIVERSIDAD
DE CÓRDOBA
FACULTAD
DE CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA
DE ENFERMERÍA
II
SEMESTRE
MONTERÍA
- CÓRDOBA
TABLA
DE CONTENIDO
1.
Introducción.
2.
Objetivos:
Ø Objetivos
Generales.
Ø Objetivos
Específicos.
3.
Pulso.
Ø Factores
que afectan al ritmo.
Ø Puntos
donde se valora el pulso.
Ø Valoración
del pulso.
Ø Valoración
del pulso periférico.
Ø Valoración
del pulso apical.
Ø Valoración
del pulso apical-radial.
4.
Conclusión.
5.
Bibliografía.
INTRODUCCIÓN
Teniendo
en cuenta, que el pulso hace parte de los signos vitales que con mayor
frecuencia se valora, debido a la gran facilidad a la hora de su palpación, con
lo que cualquier persona puede en un momento determinado tomar este recurso ya
sea en caso de emergencia, o simplemente para reconocer si su sistema
cardiovascular esta funcionando adecuadamente. Por esto, en esta ocasión
queremos hacer énfasis en el aprendizaje de la toma de pulso, abordando así los
concepto básico relacionados del termino en cuestión (pulso); daremos a conocer
los factores que de una u otra manera podrían afectar el ritmo de nuestra onda
pulsátil, los sitios claves en los cuales podemos valorar el pulso, e
igualmente como se valora profundizando de esta manera en las diversas maneras
de tomarla.
OBJETIVO GENERAL
Dar
a conocer los aspectos fundamentales que abarca la toma del pulso, dejando
clara la importancia de una buena valoración, puesto que de esto puede depender
la vida de los pacientes que están esperando recibir atención eficaz por parte
del personal de enfermería y aun más de los profesionales en enfermería.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Ø Proporcionar
un conocimiento preciso para poder efectuar una buena toma del pulso.
Ø Aprender
como y en que zonas del cuerpo humano se nos facilita la valoración del pulso.
Ø Manejar
cada uno de los métodos utilizados a la hora de valorar el pulso en un
paciente, debido a que no todos los pacientes serán atendidos de con el mismo
método ya que existen casos especiales.
PULSO
El pulso es una onda
pulsátil de la sangre originada por la contracción del ventrículo izquierdo del
corazón. El corazón es una bomba y la sangre entra en las arterias con cada
contracción, dando lugar al pulso o la onda pulsátil. Generalmente, la onda pulsátil
representa el rendimiento del latido cardíaco y adaptación de las arterias. El
rendimiento cardíaco es la cantidad de sangre que entra a las arterias en cada
contracción ventricular. Normalmente, el corazón evacúa el 70% de su volumen en
cada contracción, el decir, unos 70 ml de sangre en un adulto sano. La
adaptación de las arterias consiste en su distensión, es decir, su capacidad de
contraerse y dilatarse. Cuando las arterias pierden esta capacidad, como ocurre
en los ancianos, necesita mayor presión para bombear la sangre.
Cuando el adulto descansa,
el corazón bombea entre 4 y 6 litros de sangre por minuto. Este volumen se
denomina rendimiento cardíaco, y es resultado del volumen de bombeo y del ritmo
cardíaco por minuto.
En la persona sana, el pulso
refleja los latidos corazón, es decir, el pulso es el mismo que la frecuencia
de las contracciones ventriculares del corazón. Sin embargo, cuando se
presentan patologías cardiovasculares, los latidos y el pulso pueden ser
distintos. Por ejemplo, el corazón del cliente puede producir ondas pulsátiles
débiles o pequeñas que no se pueden detectar en el pulso periférico. En estos
casos, la enfermera debe valorar tanto los
latidos como como el pulso
periférico. El pulso periférico se localiza en la superficie del cuerpo, es
decir, en los pies, las manos o el cuello. El pulso radial, por el contrario se
localiza en el corazón.
La frecuencia del pulso se
regula por el sistema nervioso autónomo (SNA). Los impulsos pasan a través de
la rama parasimpática hasta el nodo del seno auricular (nodo SA), que es el
marca pasos del corazón. Estos impulsos disminuyen la frecuencia cardíaca.
Cuando las demandas de cuerpo indican una necesidad de aumento de la
frecuencia, los impulsos del sistema parasimpático se inhiben y los impulsos
del sistema simpático aumentan.
FACTORES
QUE AFECTAN ALL RITMO DEL PULSO
El ritmo del pulso se
expresa en latidos por minuto. Varía según diversos factores como la edad, el sexo, el ejercicio, las
emociones, el corazón y la postura que la enfermera debe valorar:
·
La
edad.
Con la edad, la frecuencia del pulso disminuye gradualmente.
Frecuencia Del Pulso En Reposo
|
||
Edad
|
Media
|
Rango
|
Recién nacido
|
125
|
70-190
|
1 año
|
120
|
80-160
|
2 años
|
110
|
80-130
|
4 años
|
100
|
80-120
|
6 años
|
100
|
75—115
|
8 años
|
90
|
70-110
|
10 años
|
90
|
70-110
|
12 años
|
Varón:85
Hembra:90
|
65-105
70-110
|
14 años
|
Varón:80
Hembra:85
|
60-100
65-105
|
16 años
|
Varón:75
Hembra:80
|
55-95
60-100
|
18 años
|
Varón:70
Hembra:75
|
50-90
55-95
|
Adulto
|
Idem que a los 18
años
|
|
Anciano (70 años)
|
Idem que a los 18
años
|
|
·
El
sexo.
Después la pubertad, la media en el varón es sensiblemente menor que en la
mujer.
·
El
ejercicio físico. El pulso aumenta con la actividad. La
frecuencia de este aumento en el atleta profesional es, a menudo, menor que en
la persona media, debido al gran tamaño del corazón, a su fuerza y eficacia.
·
La
fiebre. El aumento del ritmo cardíaco se produce: a) como
consecuencia de la menor tensión arterial, que, a su vez, es resultado de la
vasodilatación periférica que provoca la fiebre, y b) como consecuencia del
aumento del metabolismo.
·
Los
medicamentos. Algunos medicamentos disminuyen el pulso,
mientras que otros lo aumentan. Por ejemplo, las preparaciones digitales
aumentan el pulso, mientras que las epinefrinas lo disminuyen.
·
Las
hemorragias. La pérdida de sangre del sistema vascular
(hemorragias) suele aumentar el ritmo del pulso. La pérdida de una pequeña cantidad
de sangre, por ejemplo 500 ml, después de una donación, provoca un desajuste
temporal del pulso hasta que el corazón equilibra esta pérdida. Un adulto posee
alrededor de 5 litros de sangre y puede perder hasta el 10% de este volumen sin que se produzcan efectos
negativos.
·
El
estrés. Es repuesta al estrés, la estimulación del sistema
nervioso simpático aumenta la actividad del corazón. El estrés aumenta el pulso
así como la fuerza de los latidos cardíacos. Emociones tales como el miedo y la
ansiedad, así como el dolor fuerte, pueden estimular es sistema simpático.
·
La
postura del cuerpo. Cuando una persona adopta una postura
sentada o de pie, la sangre se reúne en los vasos del sistema venoso
dependiente. Esto provoca el mayor movimiento de la sangre venosa hacia el
corazón y la consecuente reducción de la tensión arterial. Estos cambios son
afrontados principalmente por el sistema nervioso simpático, aumentando el
ritmo cardíaco, forzando las contracciones ventriculares y el tono de venas y
arterias.
PUNTOS DONDE SE VALORA EL PULSO
Los nueve puntos donde se
suele medir el pulso son los siguientes:
1.
Pulso
temporal: Se toma en el punto donde la arteria temporal pasa sobre
el hueso del mismo nombre, sobre el ojo y en su parte lateral. Este punto queda
por encima del ojo y hacia la parte externa.
2.
Pulso
carotídeo: en la parte lateral del cuello, más abajo del lóbulo de
la oreja, donde la arteria carótida se sitúa entre la tráquea y el músculo
esternocleidomastoideo.
3.
Pulso
central: se ausculta en la punta del corazón. En un adulto se
localiza en el lado izquierdo del pecho, a no más de 8 cm del esternón y bajo
el cuarto, el quinto o el sexto espacio intercostal (área entre las costillas).
En un niño de entre 7 y 9 años, el pulso central se localiza entre el cuarto y
quinto espacio intercostal. Antes de los 4 años se sitúa a la izquierda de la
línea clavicular media (LMC) y entre los 4 y 6 años en la línea clavicular
media (LMC).
4.
Pulso
braquial: se toma en la cara interna del músculo bíceps del brazo
(sobre todo en los niños) o en la parte media del espacio antecubital.
5.
Pulso
radial: se toma donde la arteria radial sigue el hueso radio, en
la cara interna de la muñeca sobre el lado radial o del dedo pulgar.
6.
Pulso
femoral: se toma donde la arteria femoral va paralela al
ligamento inguinal.
7.
Pulso
poplíteo: se toma donde la arteria poplítea pasa detrás de la
rodilla. Este punto es difícil de encontrar pero se puede palpar si el paciente
flexiona levemente la rodilla.
8.
Pulso
tibial posterior: se toma en la cara media de la ingle, donde
la arteria tibial pasa por detrás del malleolus medio.
9.
Pulso
pédeo (dorsalis pedís): se toma donde la arteria pedeodorsal
pasa por el hueso del pie. Esta arteria se puede palpar presionando sobre el
dorso del pie (parte superior) siguiendo una línea imaginaria desde la mitad de
la ingle hasta el espacio situado entre los dedos pulgar y segundo del pie.
Las razones para tomar el
pulso en cada uno de estos puntos se dan en la siguiente tabla. El pulso radial
es el más utilizado. Se encuentra fácilmente y es accesible en la mayoría de
las personas.
Punto de pulsación
|
Razones para su uso
|
Radial
|
Fácilmente
accesible y usado rutinariamente.
|
Temporal
|
Usado
cuando el pulso radial no es accesible.
|
Carotídeo
|
Usado
para los niños.
Usado
en casos de parada cardíaca.
Usado
para determinar la circulación al cerebro.
|
Apical
|
Usado
rutinariamente para bebes y niños hasta los 3 años de edad.
Usado
para determinar las discrepancias con el pulso radial.
Usado
conjuntamente con algunas medicaciones.
|
Braquial
|
Usado
para medir la tensión arterial.
Usado
durante la parada cardíaca para niños.
|
Femoral
|
Usada
en casos de parada cardíaca.
Usado
para bebes y niños.
Usado
para determinar la circulación a la pierna.
|
Poplíteo
|
Usado
para determinar la circulación en la parte inferior de la pierna.
Usado
para medir la tensión arterial en la pierna.
|
Tibial
Posterior
|
Usado
para determinar la circulación en el pie.
|
Pedio
|
Usado
para determinar la circulación en el pie.
|
VALORACIÓN
DEL PULSO
El pulso se valora
normalmente mediante la palpación (notarlo) o auscultación (oírlo). Se utilizan
las puntas de los tres dedos medios para palpar todos los puntos de pulsación
excepto el ápex del corazón. El fonendoscopio se utiliza para valorar los
pulsos apicales y los tonos cardíacos fetales. Cada vez se utiliza más el
fonendoscopio de ultrasonido Doppler (FUD), para pulsos que son difíciles de
valorar. El cabezal del FUD tiene unas olivas para los oídos similares a las de
los fonendoscopios estándar, pero tiene un cordón largo que se une a una unidad
de audio de volumen de lo hematíes a través de un vaso sanguíneo. En contraste
con el fonendoscopio convencional, excluye los sonidos ambientales. El FUD
puede detectar el flujo sanguíneo si las células de la sangre se mueven más
rápido de 6 cm por segundo y a una profundidad de unos 5 cm. No puede detectar
el flujo sanguíneo en los vasos profundos ni en los que están por debajo del
hueso, tales como los vasos de abdomen, tórax, o cráneo. El FUD funciona con
baterías, que se debe cambiar cada seis meses.
El monitor cardíaco es otro
aparato para valorar el pulso apical. Indica la frecuencia en una pantalla
gráfica.
El pulso se palpa
normalmente haciendo una leve presión con los tres dedos medios de la mano. Las
yemas de los dedos son las zonas más sensibles al pulso. Si se efectúa una
presión excesiva, se puede llegar a obliterar el pulso, mientras que si es
demasiado pequeño puede no detectarse. Antes de que la enfermera valore la
frecuencia del pulso en reposo, el
paciente debe adoptar una posición cómoda. También se pueden tener en cuenta
los siguientes aspectos:
·
Cualquier fármaco puede interferir en la
frecuencia cardíaca.
·
La actividad física del cliente. Si es
importante la enfermera debe esperar entre 10 y 15 minutos hasta que se recupere
y el pulso halla disminuido hasta su frecuencia normal.
·
Cualquier dato básico que se pueda aplicar al
pulso de cliente. Poe ejemplo, un atleta bien preparado tiene un ritmo cardiaco
menor de 60 pulsaciones por minuto.
·
Si el cliente adopta una postura específica,
por ejemplo sentarse. En algunos clientes se produce una variación debido a los
cambios del flujo sanguíneo y la actividad del sistema nervioso autónomo.
Cuando se valora el pulso,
la enfermera recoge los siguientes datos; frecuencia, ritmo, volumen,
elasticidad de la pared arterial, y presencia o ausencia de simetría biliteral.
Las frecuencias normales del pulso. Una
frecuencia cardíaca excesivamente rápida, p. ej., por encima de los 100 latidos
por minuto en un adulto se denomina taquicardia. Una frecuencia cardíaca en un
adulto de 60 latidos por minuto o menos se llama bradicardia. Si un cliente
tiene taquicardia o bradicardia, se debe valorar el pulso apical.
El ritmo del pulso es la
pauta de los latidos y los intervalos entre ellos. Entre pulsaciones normales
transcurre el mismo tiempo; en este caso se trata de pulso regular. Si el ritmo
es irregular estamos ante un problema de arritmia. La arritmia se caracteriza
por latidos fortuitos e irregulares o por un modelo previsible de estos últimos.
Normalmente, cuando se detecta la arritmia, se debe valorar también el pulso
central. Para definir completamente un problema de arritmia es necesario
realizar un electrocardiograma. El volumen del pulso, también llamado calidad o
fuerza del mismo, se refiere a la fuerza de la sangre en cada latido.
Normalmente se mantiene constante en cada latido. El pulso normal se percibe
con una presión táctil moderada, puede obliterarse si la presión es excesiva.
Un volumen forzado o completo que es obliterado sólo con dificultad se denomina
pulso lleno o palpitante. Si se
comprime fácilmente con una leve presión de los dedos, se denomina débil. El volumen del pulso se mide en
una escala de 0 a 3.
Escala de valoración del
volumen del pulso
Escala
|
Descripción del pulso
|
0
|
Ausente.
|
1
|
Débil.
|
2
|
Normal,
detectado fácilmente. Obliterado con la presión.
|
3
|
Fuerte,
difícil de obliterar.
|
La elasticidad de la pared
arteria refleja su capacidad de expansión o de deformación. Una arteria normal
es lisa, suave y recta. Las arterias de los ancianos son más rígidas y se
perciben sinuosas o irregulares. La elasticidad de las arterias pueden o no
afectar el pulso, pero refleja el estado del sistema vascular del cliente.
Cuando se valora el pulso periférico
para determinar si fluye la cantidad de sangre adecuada a un área determinada
del cuerpo, también se debe hacer lo mismo con la correspondiente del otro lado
del cuerpo. Esta segunda valoración proporciona a la enfermera datos con los
que comparar los pulsos. Por ejemplo, cuando se valora el pulso en el pie
derecho, también se debe hacer en el izquierdo. Si los resultados son iguales
se dice que son similares bilateralmente.
VALORACIÓN
DEL PULSO PERIFÉRICO
El pulso periférico,
normalmente radial, se valora mediante la palpación excepto en los siguientes individuos:
·
Recién nacidos o niños entre 2 y 3 años de
edad. En estos casos se valorará el pulso central.
·
Clientes obesos o ancianos, en los que la
palpación es difícil. En estos casos se puede utilizar el método Doppler o
valorarse el pulso central.
·
Individuos patologías cardíacas.
·
Individuos en los que se debe valorar la
circulación sanguínea en una parte específica del cuerpo, por ejemplo, tras una
intervención quirúrgica de una pierna. Se valorar el pulso pedio.
PROCEDIMIENTO:
Equipo.
Reloj con segundero o
indicador.
Si se utiliza: el
fonendoscopio de ultrasonido Doppler, el transductor de la sonda del FUD, un
cabezal de fonendoscopio, y un gel conductor.
Actuación.
1.
Valorar
al cliente
·
Asegurarse del estado emocional y nivel de
actividad. La emoción y la actividad, p.
ej., la ansiedad y el ejercicio, pueden aumentar la frecuencia del pulso.
·
Valorar el color y el calor del pie si se
toma el pulso pedio. El color y el calor
reflejan adecuidad del suministro de sangre a la zona.
·
Valorar la palidez facial del cliente y
cualquier cianosis de los labios y lechos ungueales. Estos pueden reflejar la adecuidad del flujo generalizado de la
sangre.
2.
Preparar
al cliente
·
Seleccionar el punto de pulsación.
Normalmente, se toma el pulso radial, a meno que no pueda exponerse o se tenga
que valorar la circulación a otra área del cuerpo.
·
Ayudar al cliente a colocarse en una posición
cómoda de reposo. Cuando se valora el pulso radial, el brazo puede reposar a lo
largo del cliente con la palma mirando hacia abajo. O el antebrazo puede
descansar en un ángulo de 90° a través del tórax con la palma hacia abajo. Para
un cliente que se pueda sentar, el antebrazo puede descansar a través del muslo
con la palma de la mano mirando hacia abajo o hacia arriba.
3.
Palpar
y contar el pulso
·
Colocar dos o tres dedos medios de forma
ligera encuadrada en el punto de pulsación. Está
contraindicado el uso del pulgar porque tiene un pulso que la enfermera podría
confundir con el del cliente.
·
Contar el pulso durante 30 segundos y
multiplicarlo por 2 si es regular. Si es irregular, contar durante 1 minuto. Si
se toma por primera vez el pulso del cliente o cuando se obtienen los datos
básicos, contar el pulso durante un minuto completo. Un pulso irregular requiere un minuto completo para la valoración
correcta.
4.
Valorar
el ritmo y el volumen del pulso
·
Valorar el ritmo del pulso observando el
patrón de intervalos entre latidos. Un pulso normal tiene los mismos períodos
de tiempo entre latidos. Si es una valoración inicial, valorarlo durante 1
minuto.
·
Valorar el volumen del pulso. Un pulso normal
se puede notar con una presión moderada, y la presión es igual a cada latido.
Un pulso fuerte está lleno; un pulso que se oblitera fácilmente es débil.
5.
Valorar
la pared arterial
·
Comprimir firmemente la arteria y hacer
correr el dedo en dirección distal al corazón a lo largo de la arteria. Una pared
arterial normal es lisa y derecha.
6.
Documentar y reportar los datos de
valoración pertinentes.
·
Documentar la frecuencia del pulso, el ritmo,
y el volumen, y el estado de la pared arterial. Ver abajo la muestra del
registro.
·
Informar a la enfermera encargada de los
datos pertinentes tales como: a) color pálido de la piel y temperatura fría de
la piel, b)una frecuencia de pulso más rápida o más lenta de lo normal para el
cliente, c) un pulso lleno, un volumen de pulso oscilante o débil, d) un ritmo
de pulso irregular y e) una pared arterial tortuosa.
7.
Utilizar
un FUD
·
Enchufar el cabezal del fonendoscopio dentro
de una de las dos salidas localizadas cerca del control de volumen. El FUD
tiene salidas para dos cabezales y altavoces accesorios para que otra persona
pueda escuchar las señales.
·
Aplicar el gel conductor ya sea a la sonda
(un aparato que parece una transitor pequeño), en el extremo estrecho de la
caja de plástico que alberga el transductor, o a la piel del cliente. Las ondas ultrasónicas no viajas bien a
través del aire. El gel hace un sello a prueba de aire, que promueve la
transmisión óptica de las ondas ultrasónicas.
·
Apretar el botón <on>.
·
Sujetar la sonda a un ángulo de 45° contra la
piel sobre el punto de pulsación. Hacer una presión ligera, y mantener la sonda
en contacto con la piel. Demasiada
presión puede frenar el flujo sanguíneo y obliterar la señal.
·
Distinguir entre sonidos arteriales y
venosos. El sonido arterial (señal) es diferenciadamente pulsátil y tiene
cualidad de bombeo. El sonido venoso es como el viento, es intermitente, y
varía con las respiraciones. Tanto los
sonidos venosos como los arteriales se oyen simultáneamente a través del FUD,
ya que las arterias y las venas principales se sitúan cerca en todo el cuerpo.
·
Si se tiene dificultad para oír los sonidos
arteriales, volver a colocar la sonda.
·
Después de valorar el pulso, quitar todo el
gel de la sonda para que no dañe la superficie. Limpiar el transductor con
soluciones acuosas. El alcohol u otros
desinfectantes pueden dañar la cara del transductor. Quitar todo el gel del
cliente.
VALORACIÓN
DEL PULSO APICAL
La valoración del pulso
central está indicada en aquellos clientes con un pulso periférico irregular,
así como en los clientes con patología renal, pulmonar o cardiovascular
conocida. Suele valorarse antes de administrar medicación que afecte a la
frecuencia cardíaca. El punto central también se utiliza para valorar el pulso
de los recién nacidos, los lactantes y los niños de hasta 2-3 años de edad.
PROCEDIMIENTO:
Equipo
Reloj con segundero o
indicador.
Fonendoscopio con un
diagrama en forma de campana o de disco liso.
Gasas con antisépticos.
Se usa el ultrasonido, un
FUD, sonda (transductor) y gel conductor.
Actuación
1.
Valorar
al cliente
·
Valorar si el cliente tiene la piel pálida y
cianosis de los labios o lechos ungueales y si tiene disnea e inquietud. La palidez y/o cianosis y la disnea pueden
reflejar problemas circulatorios.
·
Valorar el estado emocional de cliente. Las emociones tales como la ansiedad puede
afectar a la frecuencia cardíaca.
2.
Colocar
al cliente adecuadamente
·
Ayudar al adulto o al niño a ponerse en una
posición de supino cómoda con la cabecera de la cama elevada o sentado en una
silla, al borde de la cama o en la mesa de exploración.
·
Colocar al bebé en supino, y darle un chupete
si está llorando o inquieto. El llanto y
la actividad física aumenta la frecuencia del pulso. Por esta razón, la
enfermera también toma el pulso apical de los bebés y niños pequeños antes de
valorar la temperatura corporal.
·
Exponer la zona del pecho sobre el ápex del
corazón.
3.
Localizar
el impulso apical
·
El punto sobre el ápex del corazón es donde
el pulso apical se puede oír más claramente. También se le denomina como el
punto de máximo impulso (PMI). En el 50% de la población adulta, el impulso
apical se puede palpar.
·
Palpar el ángulo de Louis (el ángulo entre el
manubrio y cuerpo del esternón). Se palpa justo debajo de la escotadura
supraesternal y se nota como una prominencia.
·
Coloque su dedo índice justo a la izquierda
del esternón del cliente y palpe el segundo espacio intercostal.
·
Coloque el dedo medio o el anular en el
tercer espacio intercostal y siga palpando hacia abajo hasta que localice el
impulso apical, normalmente cerca del quinto espacio intercostal, si el cliente
es un adulto o un niño de 7 años o más. Si el cliente es un niño pequeño, palpe
hacia abajo hacia el cuarto espacio intercostal. El ápex del corazón se localiza normalmente en el quinto espacio
intercostal, en individuos por encima de los 7 años de edad; está en el cuarto
espacio intercostal en los niños pequeños y uno o dos espacios por encima del
ápex del adulto durante la infancia.
·
Palpar el impulso apical. Para un adulto,
mueva su dedo índice lateralmente a lo largo del quinto espacio intercostal
hasta línea media clavicular. Normalmente, el impulso apical es palpable en o
medio a la línea media clavicular. Para un niño pequeño, mueva su índice a lo
largo del cuarto espacio intercostal hasta una posición entre la línea media
clavicular y la línea axilar anterior.
4.
Auscultar
y contar los latidos del corazón
·
Usar gasas con antiséptico para limpiar las
olivas y el diafragma del fonendoscopio si se duda que este limpio. El
diafragma tiene que limpiarse y desinfectarse si se mancha con sustancias
corporales.
·
Calentar el diafragma del fonendoscopio
sujetándolo por un momento en la palma de la mano. El metal del diafragma normalmente está frío y puede sobresaltar al
cliente cuando se le pone inmediatamente en el pecho.
·
Introduzca en sus oídos las olivas del fonendoscopio.
Las olivas pueden ser rectas o estar dobladas. Si están dobladas, colóquelas en
la dirección de los conductos auditivos, ligeramente hacia delante, para
facilitar la audición.
·
Coloque
el diafragma del fonendoscopio sobre el impulso apical y escuche los sonidos
cardíacos normales de S1 y S2 que se oyen como <lub
dub>. Cada lub dub se cuenta como un latido cardíaco. El latido cardíaco normalmente es más agudo sobre el ápex del corazón.
Los dos sonidos cardíacos se producen por el cierre de las válvulas del
corazón. El sonido cardíaco S1 que se oye como lub, se produce cuando las
válvulas auriculoventriculares se cierran después de que los ventrículos se
hallan llenado lo suficiente. El sonido S2, que se oye como dub, se produce
cuando las válvulas semilunares se cierran después de que se vacían los
ventrículos.
·
Contar los latidos cardíacos durante 30
segundos y multiplicarlos por 2 si el ritmo es regular; contar los latidos
durante 60 segundos si el ritmo es irregular o si el impulso apical se toma en
un bebé o niño. Un contaje de 60 segundos
proporciona una valoración más exacta de un pulso irregular que un contaje de
30 segundos.
5.
Valorar el ritmo y la fuerza del latido
cardíaco
·
Valorar
el ritmo del latido cardíaco observando el patrón de intervalos entre latidos.
Un pulso normal tiene períodos iguales de tiempo entre latidos.
·
Valorar
la fuerza (volumen) del latido cardíaco. Normalmente, los latidos cardíacos son
iguales en fuerza y pueden describirse como débiles o fuertes.
6.
Documentar e informar
de los datos de valoración pertinentes
·
Registrar
la zona de pulsación, la frecuencia, el ritmo y el volumen.
·
Informar
a la enfermera encargada de los datos pertinentes tales como palidez, cianosis,
disnea, taquicardia, bradicardia, ritmo irregular y reducción de la fuerza del
latido.
VALORACIÓN
DEL PULSO APICAL-RADIAL
A veces es necesario valorar este pulso en
clientes que padecen ciertos desórdenes cardiovasculares. Normalmente, los
ritmos central y radial son idénticos. Cuando el ritmo del pulso central es
mayor que el radial existe la posibilidad de que el bombeo de la sangre por
parte del corazón sea demasiado débil como para que la onda pulsátil se palpe
de forma periférica o también puede ser indicio de una patología vascular que
impide la transmisión de los impulsos. Cualquier diferencia entre ambos pulsos
debe ser comunicada rápidamente. No existe posibilidad de que el pulso radial
sea mayor que el central.
El pulso radial-central puede ser registrado
por dos enfermeras o sólo una, aunque es preferible lo primero. En este caso,
una de ellas contabiliza el pulso radial exactamente al mismo tiempo que la
otra hace lo mismo con el central. La enfermera que valora el pulso radial es
quien suele sujetar el reloj e indicar cuándo se puede empezar a contar. Si lo
tiene que realizar una sola, primero valora el central durante 60 segundos y a
continuación el radial otros 60 segundos.
CONCLUSIÓN
Siendo el pulso, uno si no el más utilizado
de los signos vitales, tenemos que en el anterior texto se le dimos a conocer a
los enfermeros una serie de pautas que les servirán a la hora de ejecutar los
servicios de enfermería, ya que la toma de este es uno de los primeros
procedimiento que se le realizan al paciente en el momento de su ingreso al
centro hospitalario. Sabiendo la forma adecuada utilizada para valorar el
pulso, el lugar indicado para tomarlo, y el método utilizado en cada caso, ya
no tendrá excusas para no realizar una buena intervención en este aspecto, y si
aun así realiza un mal procedimiento esto quedara como incompetencia por parte
de dicho enfermero.
BIBLIOGRAFÍA
Enfermería Fundamental Conceptos, Procesos y
Práctica. Bárbara Kozier, BA, BSN,RN, MN; Glenora Erb, BSN, RN; Rita Olivieri,
PHD, RN. Cuarta edición. Volumen II.
Interamericana *McGraw-Hill S.A.
cuando me controlo la tensión el latido del corazón se para cerca de dos segundos en cada toma de tensión tres o cuatro veces y aparece un triangulo parpadeando.
ResponderEliminarBuena informacion
ResponderEliminar