martes, 14 de agosto de 2012

PULSO


PULSO


FUNDAMENTO DE ENFERMERÍA II


PRESENTADO POR:
KATIUSCA ARGEL TORRES
MARÍA CLARA SANTIS PÉREZ


PRESENTADO A:
MARTHA MONROY
LUZ DARY RIPOLL
CARMEN TORDECILLA


UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE ENFERMERÍA
II SEMESTRE
MONTERÍA - CÓRDOBA
TABLA DE CONTENIDO

1.       Introducción.

2.      Objetivos:
Ø  Objetivos Generales.
Ø  Objetivos Específicos.

3.      Pulso.
Ø  Factores que afectan al ritmo.
Ø  Puntos donde se valora el pulso.
Ø  Valoración del pulso.
Ø  Valoración del pulso periférico.
Ø  Valoración del pulso apical.
Ø  Valoración del pulso apical-radial.

4.      Conclusión.

5.      Bibliografía.
















INTRODUCCIÓN

Teniendo en cuenta, que el pulso hace parte de los signos vitales que con mayor frecuencia se valora, debido a la gran facilidad a la hora de su palpación, con lo que cualquier persona puede en un momento determinado tomar este recurso ya sea en caso de emergencia, o simplemente para reconocer si su sistema cardiovascular esta funcionando adecuadamente. Por esto, en esta ocasión queremos hacer énfasis en el aprendizaje de la toma de pulso, abordando así los concepto básico relacionados del termino en cuestión (pulso); daremos a conocer los factores que de una u otra manera podrían afectar el ritmo de nuestra onda pulsátil, los sitios claves en los cuales podemos valorar el pulso, e igualmente como se valora profundizando de esta manera en las diversas maneras de tomarla.






















OBJETIVO GENERAL

Dar a conocer los aspectos fundamentales que abarca la toma del pulso, dejando clara la importancia de una buena valoración, puesto que de esto puede depender la vida de los pacientes que están esperando recibir atención eficaz por parte del personal de enfermería y aun más de los profesionales en enfermería.




OBJETIVOS ESPECIFICOS

Ø  Proporcionar un conocimiento preciso para poder efectuar una buena toma del pulso.

Ø  Aprender como y en que zonas del cuerpo humano se nos facilita la valoración del pulso.


Ø  Manejar cada uno de los métodos utilizados a la hora de valorar el pulso en un paciente, debido a que no todos los pacientes serán atendidos de con el mismo método ya que existen casos especiales.



PULSO

El pulso es una onda pulsátil de la sangre originada por la contracción del ventrículo izquierdo del corazón. El corazón es una bomba y la sangre entra en las arterias con cada contracción, dando lugar al pulso o la onda pulsátil. Generalmente, la onda pulsátil representa el rendimiento del latido cardíaco y adaptación de las arterias. El rendimiento cardíaco es la cantidad de sangre que entra a las arterias en cada contracción ventricular. Normalmente, el corazón evacúa el 70% de su volumen en cada contracción, el decir, unos 70 ml de sangre en un adulto sano. La adaptación de las arterias consiste en su distensión, es decir, su capacidad de contraerse y dilatarse. Cuando las arterias pierden esta capacidad, como ocurre en los ancianos, necesita mayor presión para bombear la sangre.
Cuando el adulto descansa, el corazón bombea entre 4 y 6 litros de sangre por minuto. Este volumen se denomina rendimiento cardíaco, y es resultado del volumen de bombeo y del ritmo cardíaco por minuto.
En la persona sana, el pulso refleja los latidos corazón, es decir, el pulso es el mismo que la frecuencia de las contracciones ventriculares del corazón. Sin embargo, cuando se presentan patologías cardiovasculares, los latidos y el pulso pueden ser distintos. Por ejemplo, el corazón del cliente puede producir ondas pulsátiles débiles o pequeñas que no se pueden detectar en el pulso periférico. En estos casos, la enfermera debe valorar tanto los latidos como como el pulso periférico. El pulso periférico se localiza en la superficie del cuerpo, es decir, en los pies, las manos o el cuello. El pulso radial, por el contrario se localiza en el corazón.
La frecuencia del pulso se regula por el sistema nervioso autónomo (SNA). Los impulsos pasan a través de la rama parasimpática hasta el nodo del seno auricular (nodo SA), que es el marca pasos del corazón. Estos impulsos disminuyen la frecuencia cardíaca. Cuando las demandas de cuerpo indican una necesidad de aumento de la frecuencia, los impulsos del sistema parasimpático se inhiben y los impulsos del sistema simpático aumentan.



FACTORES QUE AFECTAN ALL RITMO DEL PULSO

El ritmo del pulso se expresa en latidos por minuto. Varía según diversos factores como  la edad, el sexo, el ejercicio, las emociones, el corazón y la postura que la enfermera debe valorar:
·         La edad. Con la edad, la frecuencia del pulso disminuye gradualmente.

Frecuencia Del Pulso En Reposo
Edad
Media
Rango
Recién nacido
125
70-190
1 año
120
80-160
2 años
110
80-130
4 años
100
80-120
6 años
100
75—115
8 años
90
70-110
10 años
90
70-110
12 años
Varón:85
Hembra:90
65-105
70-110
14 años
Varón:80
Hembra:85
60-100
65-105
16 años
Varón:75
Hembra:80
55-95
60-100
18 años
Varón:70
Hembra:75
50-90
55-95
Adulto
Idem que a los 18 años

Anciano (70 años)
Idem que a los 18 años


·         El sexo. Después la pubertad, la media en el varón es sensiblemente menor que en la mujer.
·         El ejercicio físico. El pulso aumenta con la actividad. La frecuencia de este aumento en el atleta profesional es, a menudo, menor que en la persona media, debido al gran tamaño del corazón, a su fuerza y eficacia.
·         La fiebre. El aumento del ritmo cardíaco se produce: a) como consecuencia de la menor tensión arterial, que, a su vez, es resultado de la vasodilatación periférica que provoca la fiebre, y b) como consecuencia del aumento del metabolismo.
·         Los medicamentos. Algunos medicamentos disminuyen el pulso, mientras que otros lo aumentan. Por ejemplo, las preparaciones digitales aumentan el pulso, mientras que las epinefrinas lo disminuyen.
·         Las hemorragias. La pérdida de sangre del sistema vascular (hemorragias) suele aumentar el ritmo del pulso. La pérdida de una pequeña cantidad de sangre, por ejemplo 500 ml, después de una donación, provoca un desajuste temporal del pulso hasta que el corazón equilibra esta pérdida. Un adulto posee alrededor de 5 litros de sangre y puede perder hasta el 10%  de este volumen sin que se produzcan efectos negativos.
·         El estrés. Es repuesta al estrés, la estimulación del sistema nervioso simpático aumenta la actividad del corazón. El estrés aumenta el pulso así como la fuerza de los latidos cardíacos. Emociones tales como el miedo y la ansiedad, así como el dolor fuerte, pueden estimular es sistema simpático.
·         La postura del cuerpo. Cuando una persona adopta una postura sentada o de pie, la sangre se reúne en los vasos del sistema venoso dependiente. Esto provoca el mayor movimiento de la sangre venosa hacia el corazón y la consecuente reducción de la tensión arterial. Estos cambios son afrontados principalmente por el sistema nervioso simpático, aumentando el ritmo cardíaco, forzando las contracciones ventriculares y el tono de venas y arterias.

PUNTOS DONDE SE VALORA EL PULSO

Los nueve puntos donde se suele medir el pulso son los siguientes:

1.        Pulso temporal: Se toma en el punto donde la arteria temporal pasa sobre el hueso del mismo nombre, sobre el ojo y en su parte lateral. Este punto queda por encima del ojo y hacia la parte externa.
2.      Pulso carotídeo: en la parte lateral del cuello, más abajo del lóbulo de la oreja, donde la arteria carótida se sitúa entre la tráquea y el músculo esternocleidomastoideo.
3.       Pulso central: se ausculta en la punta del corazón. En un adulto se localiza en el lado izquierdo del pecho, a no más de 8 cm del esternón y bajo el cuarto, el quinto o el sexto espacio intercostal (área entre las costillas). En un niño de entre 7 y 9 años, el pulso central se localiza entre el cuarto y quinto espacio intercostal. Antes de los 4 años se sitúa a la izquierda de la línea clavicular media (LMC) y entre los 4 y 6 años en la línea clavicular media (LMC).
4.      Pulso braquial: se toma en la cara interna del músculo bíceps del brazo (sobre todo en los niños) o en la parte media del espacio antecubital.    
5.      Pulso radial: se toma donde la arteria radial sigue el hueso radio, en la cara interna de la muñeca sobre el lado radial o del dedo pulgar.
6.      Pulso femoral: se toma donde la arteria femoral va paralela al ligamento inguinal.
7.      Pulso poplíteo: se toma donde la arteria poplítea pasa detrás de la rodilla. Este punto es difícil de encontrar pero se puede palpar si el paciente flexiona levemente la rodilla.
8.      Pulso tibial posterior: se toma en la cara media de la ingle, donde la arteria tibial pasa por detrás del malleolus medio.
9.      Pulso pédeo (dorsalis pedís): se toma donde la arteria pedeodorsal pasa por el hueso del pie. Esta arteria se puede palpar presionando sobre el dorso del pie (parte superior) siguiendo una línea imaginaria desde la mitad de la ingle hasta el espacio situado entre los dedos pulgar y segundo del pie.
Las razones para tomar el pulso en cada uno de estos puntos se dan en la siguiente tabla. El pulso radial es el más utilizado. Se encuentra fácilmente y es accesible en la mayoría de las personas.

Punto de pulsación

Razones para su uso
Radial
Fácilmente accesible y usado rutinariamente.
Temporal
Usado cuando el pulso radial no es accesible.

Carotídeo
Usado para los niños.
Usado en casos de parada cardíaca.
Usado para determinar la circulación al cerebro.
Apical
Usado rutinariamente para bebes y niños hasta los 3 años de edad.
Usado para determinar las discrepancias con el pulso radial.
Usado conjuntamente con algunas medicaciones.
Braquial
Usado para medir la tensión arterial.
Usado durante la parada cardíaca para niños.

Femoral
Usada en casos de parada cardíaca.
Usado para bebes y niños.
Usado para determinar la circulación a la pierna.
Poplíteo
Usado para determinar la circulación en la parte inferior de la pierna.
Usado para medir la tensión arterial en la pierna.
Tibial Posterior
Usado para determinar la circulación en el pie.
Pedio
Usado para determinar la circulación en el pie.


VALORACIÓN DEL PULSO

El pulso se valora normalmente mediante la palpación (notarlo) o auscultación (oírlo). Se utilizan las puntas de los tres dedos medios para palpar todos los puntos de pulsación excepto el ápex del corazón. El fonendoscopio se utiliza para valorar los pulsos apicales y los tonos cardíacos fetales. Cada vez se utiliza más el fonendoscopio de ultrasonido Doppler (FUD), para pulsos que son difíciles de valorar. El cabezal del FUD tiene unas olivas para los oídos similares a las de los fonendoscopios estándar, pero tiene un cordón largo que se une a una unidad de audio de volumen de lo hematíes a través de un vaso sanguíneo. En contraste con el fonendoscopio convencional, excluye los sonidos ambientales. El FUD puede detectar el flujo sanguíneo si las células de la sangre se mueven más rápido de 6 cm por segundo y a una profundidad de unos 5 cm. No puede detectar el flujo sanguíneo en los vasos profundos ni en los que están por debajo del hueso, tales como los vasos de abdomen, tórax, o cráneo. El FUD funciona con baterías, que se debe cambiar cada seis meses.
El monitor cardíaco es otro aparato para valorar el pulso apical. Indica la frecuencia en una pantalla gráfica.
El pulso se palpa normalmente haciendo una leve presión con los tres dedos medios de la mano. Las yemas de los dedos son las zonas más sensibles al pulso. Si se efectúa una presión excesiva, se puede llegar a obliterar el pulso, mientras que si es demasiado pequeño puede no detectarse. Antes de que la enfermera valore la frecuencia del pulso en reposo, el paciente debe adoptar una posición cómoda. También se pueden tener en cuenta los siguientes aspectos:
·         Cualquier fármaco puede interferir en la frecuencia cardíaca.
·         La actividad física del cliente. Si es importante la enfermera debe esperar entre 10 y 15 minutos hasta que se recupere y el pulso halla disminuido hasta su frecuencia normal.
·         Cualquier dato básico que se pueda aplicar al pulso de cliente. Poe ejemplo, un atleta bien preparado tiene un ritmo cardiaco menor de 60 pulsaciones por minuto.
·         Si el cliente adopta una postura específica, por ejemplo sentarse. En algunos clientes se produce una variación debido a los cambios del flujo sanguíneo y la actividad del sistema nervioso autónomo.
Cuando se valora el pulso, la enfermera recoge los siguientes datos; frecuencia, ritmo, volumen, elasticidad de la pared arterial, y presencia o ausencia de simetría biliteral. Las frecuencias normales del pulso. Una frecuencia cardíaca excesivamente rápida, p. ej., por encima de los 100 latidos por minuto en un adulto se denomina taquicardia. Una frecuencia cardíaca en un adulto de 60 latidos por minuto o menos se llama bradicardia. Si un cliente tiene taquicardia o bradicardia, se debe valorar el pulso apical.
El ritmo del pulso es la pauta de los latidos y los intervalos entre ellos. Entre pulsaciones normales transcurre el mismo tiempo; en este caso se trata de pulso regular. Si el ritmo es irregular estamos ante un problema de arritmia. La arritmia se caracteriza por latidos fortuitos e irregulares o por un modelo previsible de estos últimos. Normalmente, cuando se detecta la arritmia, se debe valorar también el pulso central. Para definir completamente un problema de arritmia es necesario realizar un electrocardiograma. El volumen del pulso, también llamado calidad o fuerza del mismo, se refiere a la fuerza de la sangre en cada latido. Normalmente se mantiene constante en cada latido. El pulso normal se percibe con una presión táctil moderada, puede obliterarse si la presión es excesiva. Un volumen forzado o completo que es obliterado sólo con dificultad se denomina pulso lleno o palpitante. Si se comprime fácilmente con una leve presión de los dedos, se denomina débil. El volumen del pulso se mide en una escala de 0 a 3.
Escala de valoración del volumen del pulso
Escala
Descripción del pulso
0
Ausente.
1
Débil.
2
Normal, detectado fácilmente. Obliterado con la presión.
3
Fuerte, difícil de obliterar.

La elasticidad de la pared arteria refleja su capacidad de expansión o de deformación. Una arteria normal es lisa, suave y recta. Las arterias de los ancianos son más rígidas y se perciben sinuosas o irregulares. La elasticidad de las arterias pueden o no afectar el pulso, pero refleja el estado del sistema vascular del cliente.
Cuando se valora el pulso periférico para determinar si fluye la cantidad de sangre adecuada a un área determinada del cuerpo, también se debe hacer lo mismo con la correspondiente del otro lado del cuerpo. Esta segunda valoración proporciona a la enfermera datos con los que comparar los pulsos. Por ejemplo, cuando se valora el pulso en el pie derecho, también se debe hacer en el izquierdo. Si los resultados son iguales se dice que son similares bilateralmente.


VALORACIÓN DEL PULSO PERIFÉRICO

El pulso periférico, normalmente radial, se valora mediante la palpación excepto en los siguientes individuos:
·         Recién nacidos o niños entre 2 y 3 años de edad. En estos casos se valorará el pulso central.
·         Clientes obesos o ancianos, en los que la palpación es difícil. En estos casos se puede utilizar el método Doppler o valorarse el pulso central.
·         Individuos patologías cardíacas.
·         Individuos en los que se debe valorar la circulación sanguínea en una parte específica del cuerpo, por ejemplo, tras una intervención quirúrgica de una pierna. Se valorar el pulso pedio.
PROCEDIMIENTO:
Equipo.
Reloj con segundero o indicador.
Si se utiliza: el fonendoscopio de ultrasonido Doppler, el transductor de la sonda del FUD, un cabezal de fonendoscopio, y un gel conductor.
Actuación.
1.       Valorar al cliente
·         Asegurarse del estado emocional y nivel de actividad. La emoción y la actividad, p. ej., la ansiedad y el ejercicio, pueden aumentar la frecuencia del pulso.
·         Valorar el color y el calor del pie si se toma el pulso pedio. El color y el calor reflejan adecuidad del suministro de sangre a la zona.
·         Valorar la palidez facial del cliente y cualquier cianosis de los labios y lechos ungueales. Estos pueden reflejar la adecuidad del flujo generalizado de la sangre.   

2.      Preparar al cliente
·         Seleccionar el punto de pulsación. Normalmente, se toma el pulso radial, a meno que no pueda exponerse o se tenga que valorar la circulación a otra área del cuerpo.
·         Ayudar al cliente a colocarse en una posición cómoda de reposo. Cuando se valora el pulso radial, el brazo puede reposar a lo largo del cliente con la palma mirando hacia abajo. O el antebrazo puede descansar en un ángulo de 90° a través del tórax con la palma hacia abajo. Para un cliente que se pueda sentar, el antebrazo puede descansar a través del muslo con la palma de la mano mirando hacia abajo o hacia arriba.

3.      Palpar y contar el pulso
·         Colocar dos o tres dedos medios de forma ligera encuadrada en el punto de pulsación. Está contraindicado el uso del pulgar porque tiene un pulso que la enfermera podría confundir con el del cliente.
·         Contar el pulso durante 30 segundos y multiplicarlo por 2 si es regular. Si es irregular, contar durante 1 minuto. Si se toma por primera vez el pulso del cliente o cuando se obtienen los datos básicos, contar el pulso durante un minuto completo. Un pulso irregular requiere un minuto completo para la valoración correcta.

4.      Valorar el ritmo y el volumen del pulso
·         Valorar el ritmo del pulso observando el patrón de intervalos entre latidos. Un pulso normal tiene los mismos períodos de tiempo entre latidos. Si es una valoración inicial, valorarlo durante 1 minuto.
·         Valorar el volumen del pulso. Un pulso normal se puede notar con una presión moderada, y la presión es igual a cada latido. Un pulso fuerte está lleno; un pulso que se oblitera fácilmente es débil.

5.      Valorar la pared arterial
·         Comprimir firmemente la arteria y hacer correr el dedo en dirección distal al corazón a lo largo de la arteria. Una pared arterial normal es lisa y derecha.

6.      Documentar y reportar los datos de valoración pertinentes.
·         Documentar la frecuencia del pulso, el ritmo, y el volumen, y el estado de la pared arterial. Ver abajo la muestra del registro.
·         Informar a la enfermera encargada de los datos pertinentes tales como: a) color pálido de la piel y temperatura fría de la piel, b)una frecuencia de pulso más rápida o más lenta de lo normal para el cliente, c) un pulso lleno, un volumen de pulso oscilante o débil, d) un ritmo de pulso irregular y e) una pared arterial tortuosa.

7.      Utilizar un FUD
·         Enchufar el cabezal del fonendoscopio dentro de una de las dos salidas localizadas cerca del control de volumen. El FUD tiene salidas para dos cabezales y altavoces accesorios para que otra persona pueda escuchar las señales.
·         Aplicar el gel conductor ya sea a la sonda (un aparato que parece una transitor pequeño), en el extremo estrecho de la caja de plástico que alberga el transductor, o a la piel del cliente. Las ondas ultrasónicas no viajas bien a través del aire. El gel hace un sello a prueba de aire, que promueve la transmisión óptica de las ondas ultrasónicas.
·         Apretar el botón <on>.
·         Sujetar la sonda a un ángulo de 45° contra la piel sobre el punto de pulsación. Hacer una presión ligera, y mantener la sonda en contacto con la piel. Demasiada presión puede frenar el flujo sanguíneo y obliterar la señal.
·         Distinguir entre sonidos arteriales y venosos. El sonido arterial (señal) es diferenciadamente pulsátil y tiene cualidad de bombeo. El sonido venoso es como el viento, es intermitente, y varía con las respiraciones. Tanto los sonidos venosos como los arteriales se oyen simultáneamente a través del FUD, ya que las arterias y las venas principales se sitúan cerca en todo el cuerpo.
·         Si se tiene dificultad para oír los sonidos arteriales, volver a colocar la sonda.
·         Después de valorar el pulso, quitar todo el gel de la sonda para que no dañe la superficie. Limpiar el transductor con soluciones acuosas. El alcohol u otros desinfectantes pueden dañar la cara del transductor. Quitar todo el gel del cliente.

VALORACIÓN DEL PULSO APICAL

La valoración del pulso central está indicada en aquellos clientes con un pulso periférico irregular, así como en los clientes con patología renal, pulmonar o cardiovascular conocida. Suele valorarse antes de administrar medicación que afecte a la frecuencia cardíaca. El punto central también se utiliza para valorar el pulso de los recién nacidos, los lactantes y los niños de hasta 2-3 años de edad.
PROCEDIMIENTO:
Equipo
Reloj con segundero o indicador.
Fonendoscopio con un diagrama en forma de campana o de disco liso.
Gasas con antisépticos.
Se usa el ultrasonido, un FUD, sonda (transductor) y gel conductor.
Actuación
1.       Valorar al cliente
·         Valorar si el cliente tiene la piel pálida y cianosis de los labios o lechos ungueales y si tiene disnea e inquietud. La palidez y/o cianosis y la disnea pueden reflejar problemas circulatorios.
·         Valorar el estado emocional de cliente. Las emociones tales como la ansiedad puede afectar a la frecuencia cardíaca.

2.      Colocar al cliente adecuadamente
·         Ayudar al adulto o al niño a ponerse en una posición de supino cómoda con la cabecera de la cama elevada o sentado en una silla, al borde de la cama o en la mesa de exploración.
·         Colocar al bebé en supino, y darle un chupete si está llorando o inquieto. El llanto y la actividad física aumenta la frecuencia del pulso. Por esta razón, la enfermera también toma el pulso apical de los bebés y niños pequeños antes de valorar la temperatura corporal.
·         Exponer la zona del pecho sobre el ápex del corazón.

3.      Localizar el impulso apical
·         El punto sobre el ápex del corazón es donde el pulso apical se puede oír más claramente. También se le denomina como el punto de máximo impulso (PMI). En el 50% de la población adulta, el impulso apical se puede palpar.
·         Palpar el ángulo de Louis (el ángulo entre el manubrio y cuerpo del esternón). Se palpa justo debajo de la escotadura supraesternal y se nota como una prominencia.
·         Coloque su dedo índice justo a la izquierda del esternón del cliente y palpe el segundo espacio intercostal.
·         Coloque el dedo medio o el anular en el tercer espacio intercostal y siga palpando hacia abajo hasta que localice el impulso apical, normalmente cerca del quinto espacio intercostal, si el cliente es un adulto o un niño de 7 años o más. Si el cliente es un niño pequeño, palpe hacia abajo hacia el cuarto espacio intercostal. El ápex del corazón se localiza normalmente en el quinto espacio intercostal, en individuos por encima de los 7 años de edad; está en el cuarto espacio intercostal en los niños pequeños y uno o dos espacios por encima del ápex del adulto durante la infancia.
·         Palpar el impulso apical. Para un adulto, mueva su dedo índice lateralmente a lo largo del quinto espacio intercostal hasta línea media clavicular. Normalmente, el impulso apical es palpable en o medio a la línea media clavicular. Para un niño pequeño, mueva su índice a lo largo del cuarto espacio intercostal hasta una posición entre la línea media clavicular y la línea axilar anterior.
4.      Auscultar y contar los latidos del corazón
·         Usar gasas con antiséptico para limpiar las olivas y el diafragma del fonendoscopio si se duda que este limpio. El diafragma tiene que limpiarse y desinfectarse si se mancha con sustancias corporales.
·         Calentar el diafragma del fonendoscopio sujetándolo por un momento en la palma de la mano. El metal del diafragma normalmente está frío y puede sobresaltar al cliente cuando se le pone inmediatamente en el pecho.
·         Introduzca en sus oídos las olivas del fonendoscopio. Las olivas pueden ser rectas o estar dobladas. Si están dobladas, colóquelas en la dirección de los conductos auditivos, ligeramente hacia delante, para facilitar la audición.
·         Coloque el diafragma del fonendoscopio sobre el impulso apical y escuche los sonidos cardíacos normales de S1 y S2 que se oyen como          <lub dub>. Cada lub dub se cuenta como un latido cardíaco. El latido cardíaco normalmente es más agudo sobre el ápex del corazón. Los dos sonidos cardíacos se producen por el cierre de las válvulas del corazón. El sonido cardíaco S1 que se oye como lub, se produce cuando las válvulas auriculoventriculares se cierran después de que los ventrículos se hallan llenado lo suficiente. El sonido S2, que se oye como dub, se produce cuando las válvulas semilunares se cierran después de que se vacían los ventrículos.
·         Contar los latidos cardíacos durante 30 segundos y multiplicarlos por 2 si el ritmo es regular; contar los latidos durante 60 segundos si el ritmo es irregular o si el impulso apical se toma en un bebé o niño. Un contaje de 60 segundos proporciona una valoración más exacta de un pulso irregular que un contaje de 30 segundos.

5.       Valorar el ritmo y la fuerza del latido cardíaco
·         Valorar el ritmo del latido cardíaco observando el patrón de intervalos entre latidos. Un pulso normal tiene períodos iguales de tiempo entre latidos.
·         Valorar la fuerza (volumen) del latido cardíaco. Normalmente, los latidos cardíacos son iguales en fuerza y pueden describirse como débiles o fuertes.


6.     Documentar e informar de los datos de valoración pertinentes
·         Registrar la zona de pulsación, la frecuencia, el ritmo y el volumen.
·         Informar a la enfermera encargada de los datos pertinentes tales como palidez, cianosis, disnea, taquicardia, bradicardia, ritmo irregular y reducción de la fuerza del latido.


VALORACIÓN DEL PULSO APICAL-RADIAL

A veces es necesario valorar este pulso en clientes que padecen ciertos desórdenes cardiovasculares. Normalmente, los ritmos central y radial son idénticos. Cuando el ritmo del pulso central es mayor que el radial existe la posibilidad de que el bombeo de la sangre por parte del corazón sea demasiado débil como para que la onda pulsátil se palpe de forma periférica o también puede ser indicio de una patología vascular que impide la transmisión de los impulsos. Cualquier diferencia entre ambos pulsos debe ser comunicada rápidamente. No existe posibilidad de que el pulso radial sea mayor que el central.
El pulso radial-central puede ser registrado por dos enfermeras o sólo una, aunque es preferible lo primero. En este caso, una de ellas contabiliza el pulso radial exactamente al mismo tiempo que la otra hace lo mismo con el central. La enfermera que valora el pulso radial es quien suele sujetar el reloj e indicar cuándo se puede empezar a contar. Si lo tiene que realizar una sola, primero valora el central durante 60 segundos y a continuación el radial otros 60 segundos.

















CONCLUSIÓN

Siendo el pulso, uno si no el más utilizado de los signos vitales, tenemos que en el anterior texto se le dimos a conocer a los enfermeros una serie de pautas que les servirán a la hora de ejecutar los servicios de enfermería, ya que la toma de este es uno de los primeros procedimiento que se le realizan al paciente en el momento de su ingreso al centro hospitalario. Sabiendo la forma adecuada utilizada para valorar el pulso, el lugar indicado para tomarlo, y el método utilizado en cada caso, ya no tendrá excusas para no realizar una buena intervención en este aspecto, y si aun así realiza un mal procedimiento esto quedara como incompetencia por parte de dicho enfermero.






























BIBLIOGRAFÍA

Enfermería Fundamental Conceptos, Procesos y Práctica. Bárbara Kozier, BA, BSN,RN, MN; Glenora Erb, BSN, RN; Rita Olivieri, PHD, RN.  Cuarta edición. Volumen II. Interamericana *McGraw-Hill S.A.




2 comentarios:

  1. cuando me controlo la tensión el latido del corazón se para cerca de dos segundos en cada toma de tensión tres o cuatro veces y aparece un triangulo parpadeando.

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